Leyenda del Muqui

Leyenda del Muqui

El Muqui mito y leyenda del Perú

El Muqui es un duende que vive en las minas de la sierra Peruana, la palabra Muqui viene de la palabra quechua murik "el que asfixia".

Leyenda del Muqui

Lectura de 9 minutos.
Actualizado 20 de Febrero del 2020.

Otra traducción de la palabra mukiq, como 'el acto de torcer' o 'ahorcar', en referirse al silicio que abunda en las minas de la sierra, que es un gas letal que produce la silicosis, una grave enfermedad respiratoria.

Su existencia está relacionada con el mundo subterráneo, habita en el interior de lo más profundo de las minas y se inmiscuye en el destino de los trabajadores mineros, premiarlos o castigarlos, según se le plazca.


Nombres que se le da al Muqui

La creencia y descripción del muqui es la misma en la toda la sierra, variando de nombre por zonas. En Arequipa se llama chinchilico o Tío, en Puno lo llaman anchancho y en Cajamarca, jusshi.


El Muqui Cuento para niños

1. Jacinto es el papá de María, Flor, Facundo y Juan. Un día Jacinto fue a trabajar a la mina. En la mina él y otros mineros trabajaban día y noche. Apenas descansaban. En las entrañas de la montaña cavaban y cavaban formando laberintos y socavones buscando minerales. El trabajo era rudo, y las rocas eran duras. Cavaban y cavaban pero solo piedras encontraban. Y del mineral nada: ni oro, ni plata, ni cobre.

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2. Una mañana Jacinto se perdió en el laberinto de los socavones. Estaba buscando la salida cuando de pronto escuchó: plic, plic, plic. Miró… eran gotas de agua que resbalaban y caían. Luego escuchó: shhhhhhshhhhhhshhhh. Miró… era una fuente de agua que corría. 4. Y ahí escuchó: pic, pac, pic, pac. Se acercó despacio y en la mina oscura vio un hombrecito pequeñito, pequeñito, brillante como el oro, con casco, pico y pala, con barba.

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3. El hombrecito cavaba: pic, pac, pic, pac, pic, pac. Recogía pedazos de roca brillante, las cargaba en una carreta y luego desaparecía. Después volvía y nuevamente: pic, pac, pic, pac, cargaba su carreta y desaparecía. Y pic, pac, pic, pac cargaba su carreta y desaparecía.

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4. ¡Ayayay qué miedo! dijo Jacinto. ¿Qué será esto? ¿Será gente? ¿Será un diablo? Armándose de fuerza y de valentía se acercó y saludó al hombrecito: - Buenos días. El hombrecito lo miró enojado y siguió trabajando. - Buenos días ¿Quién eres? Volvió a preguntar. El hombrecito enojado le respondió: - ¿Qué no sabes quien soy? ¿Acaso no escuchaste hablar de mí a tus abuelos? Yo soy el MUQUI, el dueño y guardián de las minas.
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5. ¿Y a dónde llevas el mineral que recoges? Preguntó el padre de Jacinto - Lo escondo, respondió el Muqui enojado. - ¿Y por qué lo escondes? - Hum dijo el hombrecito ¡Porque olvidan que soy guardián de las minas y ustedes cavan mis entrañas sin pedir permiso! ¿Acaso no saben que las minas son mías? Pero la ambición ha borrado los recuerdos y ya nadie viene con ofrendas a la montaña ni pide con respeto los tesoros de las entrañas de la tierra.

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6. Perdónanos Muqui, suplicó Jacinto. Es cierto, hemos olvidado de hacer las ofrendas y de pedir el permiso. Por favor enséñame el camino para volver a mi casa, permite que el trabajo en la mina no sea tan rudo y que también yo encuentre el mineral. Con lo que me pagan en la minera podré alimentar a mi esposa y a mis hijos y para ti compraré hermosos regalos. El Muqui pensó un momento y luego dijo: - Está bien, pero promete que recordarás a los hombres del pueblo que tienen que ofrendarme. Si lo olvidas, el filón desaparecerá en el laberinto de la mina, te perderás o la mina se derrumbará.

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7. El papá de Jacinto agradeció al Muqui y se despidió. Fácilmente encontró su camino en el laberinto, salió de la mina y regresó a su casa. Al verlo regresar sano, su esposa, sus hijos y todos sus amigos se alegraron.

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8. Jacinto contó que el Muqui lo había ayudado y les recordó a todos que lo habían olvidado. Entonces recordaron en el pueblo que el Muqui es el guardián de la mina que protege, regala o castiga si uno lo olvida. Desde ese día los mineros que van a trabajar a la mina siempre llevan en bolsitos regalitos para el Muqui. No se olvidan de llevar caramelos, canicas y trompos porque saben que al Muqui también le gusta jugar como niño.
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Si atrapas al Muqui o si atrapas al Tío

El muqui se abstrae en el trabajo o en el juego, por lo que puede ser Observado sin que lo advierta. Es en ese momento que algún minero audaz podría intentar atraparlo sujetándolo con su shicullo. Si esto ocurriese, el pequeño duende se verá obligado a trabajar para el minero o puede depositar una gran cantidad de oro.

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El muqui es un duende con un poder ilimitado. Puede entorpecer y endurecer el trabajo a manera de castigo, como aliviarlo y ablandar las vetas de mineral, dependiendo de la simpatía que tenga por ciertos mineros. Otorga castigos para los mineros que no hayan cumplido con sus pactos acordados, casi siempre, el duende pide un pago en hojas de coca y alcohol por realizar el trabajo del minero.

Los que han visto al Muqui



Los mineros que han logrado ver a estos duendes, los describen como un ser de estatura pequeña, que nunca llega al metro de altura, es bonachón, asimétrico y camina como pato. Su cabeza está unida al tronco, pues no posee cuello. Sus cabellos son largos, de color rubio brillante y su rostro es colorado cubierto por una larga barba blanquecina y piel llena de vellos. Su voz es grave y ronca, no concordante con su estatura.

Dicen que su mirada es agresiva, penetrante y hasta hipnótica. Suele vestir como minero, usa botas de caucho, abrigado por un poncho de lana y usa casco de protección, lleva una lámpara de carburo y una shicullo (soga de pelos de caballo) atado a la cintura. Suele ser el responsable de extraños ruidos en las minas, perdidas de herramientas sin explicación lógica, el agotamiento o el cambio de sentido de una veta de mineral sin motivo aparente. Los mineros refieren que emiten potentes silbidos, para anunciar el peligro y salvar mineros de su simpatía. Se dice que es muy comunicativo, y hasta incluso se comunica en los sueños.

Una historia de don Demetrio y el Muqui

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La leyenda cuenta la historia de don Demetrio, quien fue un minero viudo y vivía con su hijo de ocho años, llamado José. Un día, don Demetrio mandó a su hijo José a que fuera al río a recoger agua, pues tenían una actividad en su casa y requerían de este líquido para poder preparar la "patasca". Ya habían pasado 4 horas desde que el padre le había dado el encargo, y el padre, preocupado, decidió ir a buscarlo. Al encontrarlo cerca del río, lo sorprendió jugando con una pequeña criatura, que reconoció de inmediato, era el Muqui. Sin pensar en las consecuencias, don Demetrio se lanzó sobre el duende, tomó su shicullo lo enredó en la pierna derecha y atrapó al muqui, quien no mostró resistencia alguna.

Este, a cambio de su libertad, prometió trabajar todos los días recolectando oro de una ciudad oculta debajo de la tierra para el anciano. Desde entonces, don Demetrio se convirtió en el minero más rico de toda su región.
Atrapar al Muqui es ambición de todo minero, pues este capturado al pedir su libertad se ve obligado a trabajar por el minero, en unos casos; en otros, lo hace depositario de una determinada cantidad de oro, con la que el minero se enriquece.

Historia del Muqui y los 13 mineros

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En una oportunidad, trece mineros se encontraban en lo profundo de una mina y llegada la medianoche el jefe mandó a descansar a su gente. Cuando todos habían dejado las herramientas, se sintieron unos ruidos y golpes de pico al interior de la mina. Mientras se preguntaban quién seguiría trabajando, el jefe contó uno a uno sus peones, hasta trece.

El temor invadió a todos los mineros, que quedaron mudos y paralizados. Después de unos segundos, que parecieron eternos, el jefe mandó a uno de sus hombres a ver lo que pasaba. Este respiró profundamente y se dirigió al lugar de donde provenían los ruidos. Después de unos minutos se escucharon unos alaridos en la profunda mina y se observó la fi gura del minero que se acercaba corriendo, dando de gritos ¡como si hubiera visto al mismo diablo! Gritaba y gritaba mientras corría: “¡Hay una enano con cuernos en la mina!”, “¡Hay una enano con cuernos en la mina!”, fueron todos a comprobar lo que decía el minero y no hallaron nada. El minero quedo loco, por lo que había visto.

Reporte de aparición del Muqui




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1 Comentarios

  1. El muqui es un duende que puede entorpecer y endurecer el trabajo a manera de castigo de un minero, como también de aliviarlo y ablandar las vetas de mineral, dependiendo de la simpatía o pactos que tenga por ciertos mineros.

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